NO ES SOLIDARIO ES ABSURDO
No es solidario pincharse porque otros se pinchen. Es el argumento que empleaban los yonkis que se inyectaban heroína.
No es solidario ponerse quimioterapia porque otros necesiten quimioterapia para tratar sus enfermedades.
No es solidario amputarse una pierna porque algunos pacientes con trastornos vasculares no tienen otro remedio.
No es solidario recibir, en definitiva, un tratamiento que hace falta a algunos pero no a todos. Y aquí está el objeto del debate, los médicos se callan cuando obvian lo evidente, que nunca ha habido un tratamiento que se aplique a todo el mundo sin distinción.
Pero hay más. Fruto de este error, de considerar que hay tratamientos de aplicación universal, surge otro aún más grave. Si esto se acepta, se tiende a presentar al que no quiere recibirlo como insolidario y egoísta. Es una absoluta necedad señalar como enemigo social a quien no desea recibir un tratamiento. La sociedad (y los gobiernos) no pueden imponer tratamientos, los tratamientos los pautan los médicos, los indican y prescriben médicos. Mientras el derecho esté como está y siga vigente la Ley de Autonomía del Paciente 41/2002 (ya se encargarán de cambiarla), quienes pueden estar en el punto de mira de la responsabilidad son los sanitarios que han inyectado o siguen inyectando los tratamientos sujetos a prescripción facultativa sin ella y los jueces que han autorizado su administración. Ojalá el mundo recobre la cordura pronto.
Del blog “El médico tras la verdad” .
Dr. Luis de Benito