OPTIMISTAS
Los optimistas son seres extraños. Aún cuando
la tierra está llena de cardos, siempre
pueden encontrar alguna flor por alguna parte.
Son como pájaros raros, que descubren un
oasis en el desierto, donde ya no crece nada y
todo está seco.
Cuando los optimistas se cruzan con la
procesión de los que piensan que están
condenados (los pesimistas), de repente
cambian de nombre. Son entonces unos
inocentes, soñadores, utópicos. Los pesimistas se
llaman realistas, gente con los pies en el suelo,
pero están atrapados en el barro de este mundo
y en un rincón oscuro desde donde no pueden
ver el lado soleado de la vida.
Los optimistas van por otro lado, el lado
amable. Van por donde pueden vivir y
sobrevivir. El país donde la gente aún cree en la
gente, donde se vive con simplicidad y donde se
reparte diariamente el pan de la amistad.
Los optimistas creen en las frutas del alma:
el amor, la paz, la alegría. Los pesimistas no
han comido nunca estas frutas y se mueren
mucho antes de que fallezcan. ¡Solo los
optimistas sobrevivirán!
Phil Bosmans